martes, 16 de abril de 2013

viernes, 17 de agosto de 2012

SI, LLORO POR TI ARGENTINA



Argentina, un país que era democrático cuando tres cuartas partes de Europa 
no lo eran, un país que era uno de los más prósperos de la Tierra cuando 
América Latina era un continente de hambrientos, de atrasados. 

El primer país del mundo que acabó con el analfabetismo no fue Estados 
Unidos, no fue Francia, fue la Argentina con un sistema educativo que era un 
ejemplo para todo el mundo. Ese país que era un país de vanguardia. ¿Cómo 
puede ser que sea el país empobrecido, caótico, subdesarrollado que es hoy? 
¿Qué pasó? ¿Alguien lo invadió? ¿Estuvieron enfrascados en alguna guerra 
terrible?. 

No, los argentinos se hicieron eso ellos mismos. Los argentinos eligieron a 
lo largo de medio siglo las peores opciones. 

Eso es. El peronismo es elegir el error, es el partido de los resentidos 
más aberrantes, llenos de odio, de rencores viscerales, fascistas, enfermos 
de rabia inexplicable hacia todo lo bueno que sea diferente a su manera 
radical y fanática de ver las cosas, son por lo general incultos, ignorantes 
mediocres de mediocres!. El peronismo es perseverar en el error a pesar de 
manera masoquista, enfermiza, en las catástrofes que se le han ido 
sucediendo en la historia moderna del país. 

¿Como se entiende eso? Un país con gentes cultas, absolutamente 
privilegiado, una minoría de habitantes en un enorme territorio que 
concentra todos los recursos naturales. ¿Por qué no son el primer país de la 
Tierra? ¿Por qué no tienen el mismo nivel de vida que Suecia, que Suiza?. 

Porque los argentinos no han querido. Han querido en cambio ser pobres. 
Seguir a "caudillos" de pacotilla, "salvadores" de porquería, locos, 
desquiciados por su mismo odio a todo lo que sea diferente a su locura. Han 
querido vivir bajo dictaduras, han querido vivir dentro del mercantilismo 
más espantoso. 
Hay en esto una responsabilidad del pueblo argentino. 

Para mí es espantoso lo que ha ocurrido en Argentina. La primera vez que 
fui allí quedé maravillado. Un país de clases medias, donde no había pobres 
en el sentido latinoamericano de la pobreza. ¿Cómo pudo llegar a la 
presidencia una pareja tan diabólica, manipuladora, populistas en grado 
extremo, corruptos de calle como los Kirchner gobernando ese país?. Al menos 
ya uno no está!. Esperemos que la que queda no pueda seguir hundiendo a ese 
otrora gran país argentino!. 

Sin embargo, a juzgar por sus diabólicas relaciones estrechísimas con el 
desquiciado, paria, bestia troglodita, de la extinta y queridísima República 
de Venezuela, todo parece indicar que ahora "Cristinita" se apegará aún más 
a ese escoria, aprendiz de dictadorzuelo, quien ya bastante le ha 
financiado su mandato a costa del noble pero incomprensiblemente inerte 
pueblo Venezolano. ¡Qué degradación política, qué degradación intelectual! 
Argentina y Venezuela, dos países extraordinarios vueltos pedazos por una 
sarta de demoniacos desquiciados!!! 
Por eso me pregunto ¿Cómo es eso posible? 
Mario Vargas Llosa 
(Madrid , España) 
19 de julio 2012

Creer o no creer.

Nos disponemos, como seres humanos, a creer en la vida, en otros seres humanos, en la lealtad de un perro, en el instinto asesino de un león. Estamos preparadas y diseñados para creer. Podemos creer en una deidad, en un artista, en una virgen, en una leyenda, en los griegos o romanos. El ratón de los dientes a veces existe, y vaya si existe, Papá Noel existe más de lo que nos imaginamos, porque allí no hay dudas, o existe o no. Un niño cree en Papá Noel, en cambio, puede darse el lujo de dudar de la existencia de Dios, pero no duda del regalo bajo el árbol de navidad de Papá Noel. Cree porque le conviene, quizás. La desilusión al darse cuenta que no existe tal padre de los regalos puede ser traumática, el mundo del niño gira, se detiene, se derrumba. No tanto por la existencia o no, sino por la mentira, por el engaño. Piensa el niño: ¿Con esta facilidad me engañaron?
Políticamente quizás la mayoría seamos niños indefensos e inocentes que creen en navidades perfectas y en esos regalos. Algunos pueden dudar, pero muy pocos se resisten a creer en Papá Noel. Las palabras son muy bonitas, y encadenadas de formas bellas pueden llegar a embaucar a cualquiera. Hay que descreer, siempre, no dejarse llevar por comentarios ajenos, porque al fin y al cabo son solo eso, palabras ajenas. Si te dicen que llueve no lleves paraguas, sal a la calle y mójate, comprueba en carne propia el agua, los gotas golpeando tu frente.
Empieza  a hablar con tus propias palabras, porque si no el camino es uno solo: la repetición, la copia, lo vulgar.

viernes, 20 de julio de 2012

COLORES EN EL CIELO



Colores en el cielo mutan,
Descienden, capturan mi atención
Los miramos absortos jugar
En un velo de estrellas.

Majestuosidad onírica
Embriaga esa ciudad
Indescriptible realidad
Perpetuidad y miedo.

Un pedido de ayuda, siempre en colores
Un llamado donde acudir al rescate de uno mismo
Una paleta de abstractas dimensiones
Para pintar de locura a mi heroísmo.

Y en cuestión de segundos la ciudad es un techo
Donde avistar aterrizajes forzosos
Un linyera nos comparte su vino
Y ya no estamos solos

¿Y ya no estamos solos?